TAN SOLO UN SEGUNDO

¡Hola lectores! ¿Cómo estáis? Yo aprovecho este hueco para traeros la reseña de un libro que me ha gustado mucho y que es el debut de Virginia S. McKenzie. 

Tan solo un segundo

Virginia S. McKenzie

Saga: Autoconclusivo

Páginas: 352

Editorial: Titania

Fecha de publicación: 3 de abril de 2017

Hannah tenía un futuro prometedor en aquello que más amaba: la danza sobre hielo. Una meta por la que había luchado junto a Nicholas, su mejor amigo y compañero, durante los últimos diez años. Hasta que el error de otro le demostró lo efímeros que pueden ser los sueños. 

Mikhail hace mucho que olvidó lo que era disfrutar al salir a la pista. Es más, tras la lesión que lo obligó a retirarse del patinaje artístico, creyó que nunca tendría ocasión de recordarlo. Sin embargo, el destino parece dispuesto a darle la oportunidad de volver a competir y, sobre todo, de cumplir una promesa grabada con tinta en su cuerpo. Claro que para ello tendrá que convencer a Hannah de que juntos pueden lograr grandes cosas. 

Para ambos, luchar por un nuevo comienzo significará tener que hacer frente a sus heridas emocionales, porque solo si son capaces de curarlas encontrarán la manera de vivir y amar sin fronteras.

El flechazo que tuve con este libro se puede resumir en una conversación que tuve el otro día con mi madre: 

Yo: ¿Vas a leerlo? *señalo el libro y la miro como diciendo: deberías*

Madre: ¿De qué va? 

Yo: Pues de una chica que hace patinaje sobre hielo y...

Madre: *Me interrumpe contenta* Uy, qué bien. Claro que lo leo.

Como podéis ver, el patinaje sobre hielo es un gran reclamo en mi familia. Ahí la tengo leyendo. 

Virginia anunció la publicación, leí la sinopsis y automáticamente el libro acabó en mi Wishlist. Además, tuve el honor de que la autora me lo firmase en la FLM'17 de Madrid y soy muy feliz por ello. Encima el libro me ha encantado, así que no puedo pedir más. 

Bien, ya dejo de contaros mi vida. VAMOS A LO IMPORTANTE. Leí este libro en LC con mi amiga Meri y de tres capítulos por día que íbamos a leer, terminamos por ventilarnos medio libro en una tarde. Con eso os lo digo todo. Así me va, que no amortizo el dinero que me gasto en libros (pero yo contenta, oye). El libro engancha y se lee rápido, porque la pluma de Virginia es sencilla, ligera y sus palabras consiguen envolverte para que no puedas soltar el libro. 

La historia empieza con Hannah y Nick, una pareja de danza sobre hielo que llevan muchísimos años entrenando y compitiendo. Son los mejores amigos y tienen un futuro brillante por delante. Sin embargo, un accidente de coche acabará con dicho futuro de un plumazo. 

“Nunca hay que conformarse. Siempre hay que buscar la forma de avanzar, de crecer, de hacerte grande en todo lo que haces”

Meses después, Hannah todavía arrastra las secuelas del accidente que terminó con la vida tal y como la conocía, y no ha vuelto a pisar una pista de patinaje porque siente que no puede hacerlo sin Nick. Es entonces cuando aparece Mikhail, 'Misha' para los amigos. Retirado desde hace años del patinaje artístico por una lesión de rodilla, Misha aparece en la vida de Hannah como una bola de demolición para pedirle que sea su nueva pareja de danza sobre hielo y demostrarle que no todo está perdido. Sin embargo, Misha también tiene cicatrices que debe cerrar si quiere seguir adelante. 

Ay, qué lloreras me he pegado leyendo este libro. Sé que soy de lágrima fácil, pero Virginia lo describe todo tan bien que no podía evitar empatizar con los personajes. Sus emociones traspasaban el papel. Con esto no quiero decir que el libro sea un dramón. Muchas veces lloraba de alegría (soy así de especial). También me he reído muchísimo y, con gran orgullo, he acompañado a los personajes por el camino lleno de superación que recorren durante toda la historia. 

Porque esta historia tan bonita está llena de superación, de lucha, de la capacidad que tenemos los seres humanos de volvernos a levantar aunque parezca imposible. A través de los tres personajes principales, Virginia nos enseña que nunca debemos rendirnos, que de todo se sale. Que, si eres valiente, los sueños pueden pasar de imposibles a ser una realidad. 

Me quedo con eso. 

“Lucha. Lucha por lo que quieres, en cada cosa que haces y hasta el límite de tus fuerzas, para que cuando todo se desvanezca solo queden sonrisas de satisfacción y no remordimientos”

En cuanto a los personajes, están muy bien construidos, sobre todo Nick. Él es el que más me ha llegado de todos y he seguido su lucha con muchísimas ganas. Su evolución a lo largo del libro es brutal y lo admiro por ser capaz de hacer lo que hace. A veces, salir del pozo es tan difícil que ver de nuevo la luz es un trabajo muy duro. 

La valentía de Hannah tampoco es desdeñable. A pesar de las secuelas que tiene tras el accidente, trata de seguir adelante, de llenar su "tarro de las cosas buenas". Su situación me pareció muy complicada y me identifiqué muchísimo con ella en más de una ocasión. 

Y Misha... Ay, Misha. Tardé poco en acabar enamorada de él (no tiene nada que ver con que use gafas. No, qué va xD). Qué tendrán los rusos guapetones. Misha también tiene sus propios problemas y, bajo esa fachada adorable, hay un hombre tocado y hundido por algo que lo carcome desde hace años. Es Hannah quién le dará algo que necesita con urgencia: esperanza. Es muy bonito seguir el cambio que se desarrolla en Misha. 

Eso sí, yo soy Hannah y le pego una patada en cuanto me lo veo aparecer con esa camiseta al principio (si lo habéis leído, ya sabéis a qué me refiero xD)

Los secundarios también me han parecido geniales. Abby (Orgullo Potterhead <3), los M&M's... Cada uno de ellos aporta frescura y diversidad a la historia. Por cierto, mención especial a los guiños que Virginia deja en el libro sobre Harry Potter, El señor de los anillos, Disney y muchas cosas más. Mi lado friki hacía la croqueta con estas cosas. 

“Eres preciosa, tanto por fuera como en todas las cosas que de verdad importan”

La parte de las competiciones me ha encantado. Creo que es complicado describir escenas tan dinámicas como un programa de danza sobre hielo, pero Virginia consiguió que me ubicase perfectamente en cada paso que daban Hannah y Misha. Con lo que me gusta ver competiciones de patinaje, me ganó totalmente con esto. 

Y ya me callo. En resumen, Tan solo un segundo es un libro precioso lleno de lecciones valiosas. Con unos personajes que se quedan en el corazón y una pluma ágil y evocadora. Se lee enseguida y lo recomiendo totalmente. No puedo esperar para leer el próximo libro de esta autora, que promete mucho. 

4,5/5

¡¡Hasta otra!!