viernes, 11 de diciembre de 2015

EL AMOR NO ES UNA CIENCIA EXACTA

¡Hola, amantes de la lectura! Este viernes os traigo la reseña de una novela chicklit...

El amor no es una ciencia exacta
Autora: Mónica Maier
Editorial: Ediciones Kiwi
Fecha de publicación: 26/10/2015
Páginas: 256
Precio: 16,90€
También disponible en digital

La existencia perfecta de Valeria se esfumó en tan solo un instante.
Ahora, nueve meses después, ha rehecho su vida: disfruta de su trabajo, tiene buenos amigos... y está convencida de que lo que hace perfecta la ecuación es mantener el amor fuera de ella.
¿Pero quién tiene control sobre el destino? Al fin y al cabo el amor no es una ciencia exacta. Y lo descubrirá cuando el heredero de Blackwell Hotels, Derek Blackwell, irrumpa en su vida y la ponga patas arriba.
¿Está Valeria preparada para romper la ecuación?

Agradecer a la editorial Ediciones Kiwi el ejemplar que me mandó para conocer a Valeria y Derek.

Valeria se casó con su primer amor. Pero antes de Navidad, después de comprar un regalo de lo más caro, él la dejó. Sin explicaciones. Sólo dejando una nota y los papeles de divorcio tras de sí. Ahora, han pasado los meses y el otoño ha llegado. Valeria cree haber superado su divorcio, pero también sabe que mantenerse alejada de los hombres es lo mejor que puede hacer. ¿Volver a sufrir? No, gracias. 

Y esta será la premisa de todo el libro cuando Derek Blackwell, su nuevo cliente, irrumpa en su vida. 

Es una protagonista bastante típica, como podéis ver: encerrada en sí misma cuando se trata de amor, dispuesta a no sentir, dispuesta a seguir su rutina de siempre para mantener los sentimientos y las personas al margen, si bien admito que le sale de pena... porque no puede mantener alejado a nuestro protagonista masculino. No cae fácilmente ante él, pero a la vez tengo la sensación de que sí lo hace. Esperaba más retos, más diversión, más locura por su parte. 

Derek es un hombre insistente pero sensato. No es un acosador, le da el espacio que necesita, sabiendo cuándo y cómo presionar de la forma indicada para que Valeria ceda al deseo que los sacude cada vez que se ven, que es habitualmente, ya que trabajan codo con codo en un par de hoteles de la península, lejos de oficinas y de entornos que le recuerden a Valeria el dolor que sufrió ante el abandono de Aarón.

Pero Derek Blackwell no es como ella pensaba. Y yo tampoco lo imaginé así. 

Para Valeria, Derek es algo así como un hombre oscuro que amenaza con volverla loca y que lo pone todo del revés, en parte así es, pero también es un hombre íntegro, tierno, romántico y que se preocupa por ella. Quiere más que sexo, pero nuestra protagonista está tan cegada con su propio sufrimiento y autocompasión, que para qué verlo. 

Yo lo imaginaba de otro modo, como os he comentado. En mi mente, antes de leer El amor no es una ciencia exacta, lo imaginaba más magnético, más seductor, no tan... simple. Lo he visto con claridad hacia el final, en los últimos capítulos, pero mientras tanto, Derek Blackwell no me ha dicho mucho, como Valeria.

Aunque tengo que admitir que es muy sencillo identificarse con nuestra protagonista. Con un hermano que la adora y unos mejores amigos encantadores que la cuidan y aconsejan, Valeria tiene miedo a que le rompan el corazón de nuevo. ¿Quién no ha pensado en echarse atrás (y lo ha hecho, puede) cuando una persona se cuela en tu vida y te reclama el corazón, confianza? 

Para que el amor que siente por Derek vaya a buen puerto, Valeria deberá reencontrarse consigo misma y hacer las paces con la única persona que le hizo trizas el corazón: su exmarido. Deberá enfrentarse a él y al motivo por el que se marchó, algo que, sin duda, no esperaba, aunque si sé que es más frecuente de lo que se comenta. 

Sólo luchando por su propia felicidad, Valeria será capaz de recuperar a Derek, el tierno y sexy Derek, al guapísimo y atrayente Derek. Porque las segundas oportunidades no se desperdician, nunca son unilaterales y porque el amor no es una ciencia exacta. 

Si queréis pasar un buen rato, leyendo un buen libro, y tenéis una chimenea cerca y una cafetera decente... os recomiendo leer El amor no es una ciencia exacta una de estas noches de invierno, porque se lee de un tirón, tan sencilla es la pluma de la autora, aunque a mí a ratos se me hizo pesada porque no veía mucha acción o sustancia en lo que leía. Aún así, me ha gustado y espero que a vosotros también.

*3,5/5 en verdad*



5 comentarios:

  1. No me llama especialmente, pero agradezco la reseña porque no lo conocía :P

    Besos ;)

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  2. Hey, no me llama mucho pero gracias por la reseña, besos :3

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  3. Le tengo muchas ganas a este libro, espero hacerme con el pronto.

    Saludos

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  4. ¡Hola!

    Me alegra que te haya gustado tanto aunque a ratos se te hiciera pesado :) A mi me gustaría darle una oportunidad a este libro porque tiene muy buena pinta y parece la típica historia que se lee muy rápido y entretiene, así que espero leerla pronto :')

    Gracias por la reseña. ¡Besos!

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  5. Hola, pues ahora mismo no me llama la atencion.
    Gracias por la reseña.

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