¡¡Hola lectores!! Hoy os traigo
la reseña del primer libro de una trilogía que ha gustado mucho por la
blogosfera y que yo he tardado en empezar, pero que estoy segura de que no
tardaré en continuar. Su autor, Pierce Brown.
Título original: Red Rising
Trilogía: Amanecer Rojo #1
Páginas: 544
Precio: 18 €
Sello Editorial / Colección:
MOLINO.
FICCIÓN YA
Fecha de publicación: 02/10/2014
Estrategia. Fuerza. Amor.
Traición. Ideas como libertad o igualdad murieron junto con la Tierra. Ahora,
en Marte, el equilibrio se sustenta en un férreo sistema de castas
representadas por colores. Para acceder a la élite de los gobernantes, los
dorados deben ganarse su puesto en una contienda implacable. Pero Darrow no es
un dorado. Es un rojo, forjado en las entrañas del infierno. Afilado por el
odio. Fortalecido por el amor. Para sobrevivir, debe ocultar su verdad. Sin
olvidar que cada muerte, cada paso de la contienda, es por la libertad. Y con
una idea fija en la mente: no convertirse en uno de ellos, pase lo que pase. En
un mundo de oscuridad, un rojo amanecerá dorado.
Este libro me llamó mucho la
atención cuando salió publicado aquí, pero por unas cosas o por otras no lo
leí. Hace poco salió la tercera parte y el hype en Twitter era tan alto que me
volvió la curiosidad. Esto, unido a varias recomendaciones (desde aquí gracias
a Fiebre Lectora y Kenzo por animarme) hizo que adquiriese el libro. Y… OH MY
GOD.
Para que entendáis mi emoción os
diré que yo estaba algo desencantada últimamente con el género distópico. Desde
el chasco que me llevé con La Reina Roja
(sé que a muchos os encanta pero yo lo vi como una copia de todo lo que había
leído anteriormente) no había encontrado un libro de este tipo que dijese: ME
ENCANTA (Quitando al gran Shusterman). He leído libros buenos, pero no que me
dejasen pegada a ellos hasta terminarlos. Cuando empecé Amanecer Rojo no sabía qué esperar, la verdad es que iba con algo
de miedo. Pero me ha gustado mucho.
Os cuento. La acción se
desarrolla en Marte. Darrow es un rojo que vive bajo tierra, trabajando
esclavizado por los dorados, los gobernantes de todo y todos de aquí a Plutón.
Los dorados tienen a todo el mundo bajo su yugo gracias a que han creado una
Sociedad que se rige por un sistema de castas por colores que los deja en la
cima de la pirámide.
Darrow está en la parte más honda
de esa pirámide y lo han engañado, a él y a su gente. Pero el engaño funciona,
porque pocos son los que piensan en rebelarse contra esta esclavitud. Pero los
hay. Ciertos acontecimientos ocurren y Darrow se ve hundido de lleno en la
rebelión. Los Hijos de Ares, así se llaman los rojos rebeldes, necesitan a alguien
que se infiltre entre los dorados para destrozarlos desde dentro y, así, Darrow
se ve modificado de todas las formas posibles (física y emocionalmente) hasta
convertirse en un dorado. Literalmente.
Así, camuflado, entrará en el
Instituto donde tendrá que luchar por su vida y por conseguir un estatus
suficientemente alto que le permita tener el poder para llevar a cabo la
rebelión que se espera de él.
La primera parte, a pesar de que
es más lenta, me ha gustado mucho. El autor nos muestra el mundo que ha montado
para su historia, cómo funciona el sistema de castas (cada color se encarga de
una tarea, como la economía o la ciencia, y hay muchísimos colores funcionando
como un reloj bien engrasado) y cómo se la han montado los dorados para ser los
dueños y señores del Sistema Solar (sí, casi todos los planetas y lunas, no
solo Marte). Vemos a través de Darrow cómo viven los rojos que cavan en las
minas, y me ha parecido todo genialoso. Es un mundo muy bien hilado y
construido. Recuerda a la Antigua Roma.
Luego llega la parte del
Instituto y aquí comienza un juego de guerra y estrategia que me ha mantenido
totalmente enganchada. Al principio no sabía qué esperar. Llegan y los
seleccionan para una casa, cada casa nombrada como un Dios romano (Rick
Riordan, ¿eres tú?). He de admitir que me ha gustado el detalle mitológico, soy
muy fan de estos temas. Entonces les explican que solo puede quedar una casa en
pie y dije: “¿otros juegos del hambre?”.
Pero no. Al menos no en el
sentido más literal. Aquí no tiene que quedar solo uno vivo y no hay que ir
matando a la gente porque sí, en todo caso esclavizarlos. Pero es que podrían
ser los Juegos del Hambre elevados a la enésima potencia: sangre hay y mucha,
pero también violaciones, mutilaciones al más puro estilo Juego de Tronos y cosas peores. O sea, no hay que matar. Pero
muchas veces es lo que se hace. Y a mí los Vigilantes de Los Juegos del Hambre
me parecían malvados, pues porque no conocía a los de aquí.
Me ha dado asco leer alguna
escena que otra, la verdad, así que me quedo con la parte de la estrategia
bélica. Darrow, nuestro protagonista, la lía pero bien y no me he aburrido en
ningún momento. El juego es más que un juego, porque hay mucho más entre
bastidores, y Darrow aprenderá por las malas cómo se tiene que jugar.
Voy a ir callándome, que esto se
hace kilométrico. Pero antes tengo que hablar de algunos personajes. No me he
enamorado de ninguno, pero sí tengo gente que destacar (a bien o a mal,
depende). Hablemos primero de Darrow. Lo siento, pero la mayor parte del tiempo
mi mente era un continuo QUÉ ME ESTÁS CONTANDO COLEGA. Vamos a ver, ¿por qué a
los y las protagonistas tiene que dárseles ABSOLUTAMENTE TODO BIEN?
P-O-R.Q-U-É. A Darrow no se le da nada mal, pero nada. Y si se le da, pues se
soluciona rápido. (Ejemplo sacado del libro: “No sé nadar, pero aprendo rápido
y consigo alejarme de ellos”) *Inserte foto poniendo los ojos en blanco* ¿Qué
tiene de malo que un protagonista sea un inútil en ciertas cosas y bueno en
otras y no un maldito Gary Stu que es mejor en todo que cualquiera? Vaya, como
el 99’9% de la población mundial. Llamadme loca, pero eso lo haría más real y
cercano, ¿no? Estas cosas me cabrean.
Encima, para rematar, Darrow es
arrogante, impulsivo, está como una cabra, y muchas veces es un cabeza hueca
que se cree lo más de lo más y acaba tropezando por su propia ceguera. Menos
mal que al final aprende algo de sus errores (un poco, tampoco nos pasemos no vaya a ser que le dé un infarto). Espero verlo
evolucionar más en el siguiente libro.
Luego están los secundarios. Pax,
Casio, Mustang, Tito, El Chacal, el archigobernador Nerón (el nombre no podría
estar mejor elegido) y muchos más juegan sus papeles en la historia, no están
ahí para adornar. Estoy segura de que, por ejemplo, Casio traerá mucha cola en
el siguiente libro y así lo espero. Mustang, como personaje femenino no me ha
convencido, pero le daré un voto de confianza. Pero el supremo secundario de
este libro es Sevro y es el personaje que más me ha gustado de lejos. Espero
que siga saliendo tanto como en este libro.
Y ya me callo, ahora de verdad.
Solo añadir que el libro se lee muy rápido, tiene una narración fluida y
ligera. He disfrutado mucho leyendo a pesar de no empatizar del todo con Darrow. Yo voy a conseguir pronto Hijo Dorado
y seguir con esta historia, porque tengo mucha curiosidad después del final de Amanecer Rojo. Os lo recomiendo con los
ojos cerrados.
4/5
¡¡Hasta otra!!